La Dra. Natalia Prego trata de explicar por qué los médicos aceptan esta situación que nos ha tocado vivir.

Desde el inicio, a los estudiantes de Medicina se les exige disciplina y esfuerzo. Un esfuerzo que, con el avance de los años, se convierte en sacrificio personal y renuncias. Hasta que llega un día en que algunos renuncian a sí mismos.

Desde los primeros meses del inicio de los estudios médicos, empieza a doler el azote de la vara pedagógica, en pro del sometimiento y la claudicación.
La robotización del día a día, centrada en la acumulación memorística continua de datos, castra emocionalmente facetas que todo joven necesita desarrollar. La creatividad, la capacidad de análisis propia, la interacción con los demás y la comunicación con el otro.
Y empiezan las renuncias …

A los médicos que observan les pide que reflexionen y que sean valientes para dar un paso adelante. Y que desarrollen libertad, consciencia y honestidad para que la actividad médica pueda realmente alcanzarse, asimilando e integrando el concepto real de ser médico, palabra que hemos heredado de nuestros antepasados, de nuestros colegas, que nos han transmitido conocimientos, nos han transmitido a lo largo de los siglos sus vivencias y sus experiencias. A ellos honramos.

Primun Non Nocere
Primero No Hacer Daño